Resucitó

Estamos en la octava de Pascua. La muerte está muerta porque el Muerto está vivo. Ya no es necesario hacerse preguntas. Dios se ha puesto decididamente al lado de la vida. La tumba se quedó con nada, está llena de nada, porque el que yacía en su interior fue despertado en la madrugada.

La vida amaneció pintada con otros colores, la vida amaneció más bendecida y apasionada: está llena de cantos vivos y de esperanzas y de expectativas, porque Dios ha resucitado a su Cristo. Y con esta verdad absoluta dejó establecido que lo último que hacemos los hombres no es morirnos, sino resucitar. Aleluya.

Fray Marcos Q.